Ante
las continuas agresiones que soporta el conjunto de la sociedad
(por
parte de las élites financieras que detentan actualmente los
resortes del poder) en forma de continuos recortes de los derechos
ciudadanos y pérdida de las conquistas sociales con tanto esfuerzo
conseguidas, (privatización de los servicios públicos), ante el
continuo deterioro de las condiciones laborales, su precarización y
el vertiginoso crecimiento del paro, en la certeza de que nada
podemos esperar de una clase política más dispuesta
a
obedecer los dictados de Bruxelas, el FMI y el BCE que los del
electorado que los eligió y que con las medidas adoptadas atentan
contra los derechos del pueblo, su calidad de vida y su
dignidad misma,
comprometiendo
nuestro presente y negándoles un futuro a nuestros hijos,
es
necesario dotarse de los medios necesarios para resistir y aún más,
para sentar
las bases de un mundo nuevo
levantado
sobre nuevas formas de relacionarse más justas y solidarias.
Mas
allá del paradigma dirigentes/dirigidos es necesario un proceso de
recuperación del poder por las bases sociales, de empoderamiento
colectivo que nos lleve a una
sociedad autogestionada.
Al
igual que no existen soluciones exclusivamente personales o
individuales, este proceso de empoderamiento solo puede darse en un
marco colectivo y por la acción solidaria del conjunto social.
Cualquier
iniciativa de carácter autogestionario que no abarque las distintas
realidades en su totalidad, abandonando en manos del mundo de
relaciones capitalistas aspectos fundamentales de la vida social, es
decir, una “burbuja” de autogestión aislada, en medio de un
mundo del que se pretende antagonista, estaría sometida a tensiones,
dependencias y contradicciones que harían inviable la plena
autonomía del proyecto.
Si
deseamos una
verdadera trasformación que devuelva el poder a la sociedad en su
conjunto, la alternativa autogestionaria ha de tener un
carácter
integral.
En
esta tarea constructiva, los distintos proyectos deberán afrontar
toda una serie de retos de autoorganización en distintos ámbitos de
actuación que requerirán, por las particulares características de
los mismos, distintos modos de actuación:
ÁMBITOS
DE ACTUACIÓN
La
autogestión de las luchas sociales y laborales (horizontalidad,
inclusividad, ...).
La
autogestión de lo público
(sanidad,
educación, transporte, ...)
La
autogestión de las empresas (grandes
y pequeñas empresas, sectores estratégicos, --energía, defensa,
recursos--)
La
autogestión de la resistencia (cooperativas,
asociaciones, otros)
Asimismo
las iniciativas autogestionarias, actuales o futuras se pueden
clasificar en distintas categorías, dependiendo del área social
cuyas demandas traten de satisfacer:
DEMANDAS
SOCIALES
Alimentación
Producción
y distribución agropecuaria
Banco
de Alimentos, Economatos
Grupos
y cooperativas de consumo
Comedores
populares autogestionados
Vivienda
Bolsas
de vivienda
Construcción
Reparaciones
y mantenimiento
Solidaridad
social y Sanidad
Cuidado
de personas dependientes
Atención
sanitaria
Salud
Trabajo
Cooperativas
y otras empresas colectivas
Empresas
autogestionadas
Intercambio
de bienes y servicios
Mercadillo
de trueque
Tienda
gratis de ropa, muebles, libros escolares, etc.
Banco
del tiempo
Grupos
de Consumo
Cooperativas
de consumo
Préstamo
de objetos
Financión
colectiva (crowdfunding)
Moneda
y banca social
Medios
de Comunicación
Redes
sociales,
Radios,
cadenas de TV,
Materiales
impresos.
Medio
Ambiente
Gestión
del agua
Contaminación
del aire
Cambio
Climático
Energía
y Recursos
Transporte
Educación
para la libertad y la responsabilidad, Arte, Cultura
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